Tener miedo al dentista es algo mucho más común de lo que parece. Se calcula que cerca del 50% de la población puede sentir estrés, ansiedad o malestar a la hora de acudir al dentista, que más del 30% tiene miedo e incluso un 12% padece fobia al dentista.
La odontofobia, dentofobia o ansiedad dental es un miedo extremo e irracional que puede venir dado por el recuerdo de tratamientos pasados en los que el paciente sufrió y tiene miedo a experimentar algo similar. También puede darse por otros factores que se encuentran en la clínica. Por ejemplo, su olor característico, tener muchos instrumentos a la vista, o el ruido de estos a la hora de utilizarlos. Aunque es una patología generalizada en la población, es más habitual en hombres que en mujeres.
Este miedo puede hacer que los pacientes eviten visitar al dentista. Y por tanto, retrasen revisiones, paren tratamientos o directamente no hagan caso a cualquier problema que aparezcan en sus dientes y encías. La peor consecuencia viene cuando a través de un mecanismo inconsciente, el paciente elimina el dolor del problema que padece, lo que da lugar a patologías más graves.
El paciente puede padecer estrés, ansiedad, sudoración, temblores incontrolables e incluso pánico. Toda esta situación puede tener como consecuencia un aumento en la sensibilidad del dolor, lo que agrava aún más la fobia que padece.
¿Cómo combatir el miedo al dentista?
El primer paso para controlar esta fobia es confiar en tu dentista. Recuerda que forma parte de un equipo profesional altamente preparado para cuidar tu salud bucodental y experimentado en el uso de los instrumentos y aparatos dentales.
Previo al inicio del tratamiento, consulta cualquier duda. Y no temas en pedir más información respecto a la patología que padeces o el tratamiento que vas a iniciar si eso te hace sentir más tranquilo.
Si el día de la cita no consigues controlar los nervios, antes de salir de casa puedes tomarte un ansiolítico – consultándolo previamente con tu odontólogo -. Una vez en la consulta intenta mantener la mente ocupada para no estar centrado únicamente en el tratamiento que te van a realizar.
Hay factores como el olor de la clínica o el ruido de los instrumentos, que no se pueden evitar. Pero otros, como el dolor si, o al menos disminuir su intensidad. El odontólogo aplicará anestesia o sedación en función del tratamiento a realizar, para que la experiencia sea menos dolorosa y traumática.
Ante todo, recuerda la importancia de tener una buena salud bucodental. Tener una boca sana y cuidada ayuda a tener una buena salud en general y estéticamente favorece nuestra autoestima.
En Puerta de Alcalá Clínica Dental contamos con la última tecnología y el mejor equipo de profesionales que te guiará y acompañará durante todo el tratamiento.