Morderse las uñas es un hábito que muchas personas adoptan sin darse cuenta, ya sea por nerviosismo, estrés o simplemente por costumbre. Aunque a primera vista puede parecer inofensivo, lo cierto es que esta conducta puede tener consecuencias negativas tanto para la salud bucal como para el bienestar general. En este artículo te explicamos algunos de los principales riesgos de morderte las uñas y por qué es importante dejar este hábito.
Daños en los dientes y encías
Al morderse las uñas, los dientes son sometidos a una presión constante que puede provocar desgaste del esmalte. Este hábito puede provocar fracturas en los dientes, fisuras en el esmalte dental e incluso el desplazamiento de los dientes en casos más graves. Además, las uñas pueden dañar las encías, aumentando el riesgo de desarrollar infecciones y problemas como la gingivitis.
Aumento del riesgo de infecciones
Las manos están expuestas a muchas bacterias a lo largo del día, y al llevarse las uñas a la boca las bacterias tienen acceso directo a la cavidad oral. Esto puede dar lugar a infecciones en las encías y en los dedos, además del riesgo de contraer infecciones virales como el herpes labial.
Problemas en la articulación temporomandibular (ATM)
La presión continua que se realiza al morder las uñas puede afectar a la articulación temporomandibular. El estrés y la presión prolongada pueden generar dolor, chasquidos en la mandíbula y, en casos extremos, dificultad para abrir y cerrar la boca.
En definitiva, es importante no ignorar los efectos que este hábito puede tener en tu salud. Si te muerdes las uñas con frecuencia y notas algún daño en tus dientes o encías, te recomendamos que vengas a visitarnos a nuestra clínica dental en Madrid para evaluar tu situación y buscar una solución adecuada para proteger tu salud bucodental.